La violencia de género es la violencia que puede sufrir
cualquier mujer por el mero hecho de serlo. Es de una naturaleza profundamente
discriminatoria y tiene sus raíces en las diferencias de sexo.
"...Todo acto de violencia basado en la pertenencia al
sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento:
Físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales
actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se
producen en la vida pública como en la vida privada". ( Art.1 Resolución
de la Asamblea General de la ONU 20-12-1993)
En
República Dominicana se registró el asesinato de las tres hermanas Mirabal,
hecho que tuvo lugar el 25 de noviembre de 1960, por órdenes del dictador
dominicano Rafael Leónidas Trujillo.
En
1981 se celebró en Bogotá, Colombia, el Primer Encuentro Feminista
Latinoamericano y del Caribe, donde se decidió marcar el 25 de noviembre como
el Día Internacional de No Violencia contra las Mujeres, recordando el asesinato
de las hermanas Mirabal.
En
1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la
Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en la que se definió la "violencia
contra la mujer" como
Todo
acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real
un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la
prohibición arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o
en la vida privada.
En
dicha Asamblea se reconoció que era necesarios "una clara declaración de
los derechos que se deben aplicar para asegurar la eliminación de toda
violencia contra la mujer en todas sus formas, y un compromiso de los Estados y
de la comunidad internacional en general para eliminar la violencia contra la
mujer".
El 17
de diciembre de 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 25
de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra
la Mujer. La ONU invitó a gobiernos, organizaciones internacionales y
organizaciones no gubernamentales a organizar actividades dirigidas a
sensibilizar al público respecto del problema en este día como una celebración
internacional.
VIOLENCIA
SPICOLÓGICA también deja huella difícil de superar igualmente el acoso, los
ataques a la dignidad, a la moral, humillación, discriminación, burla, insulto,
difamación, etc. Todo eso es condenable, el hombre que lo práctica es un pobre
ser acomplejado, sin personalidad ni dignidad, lleno de frustraciones, sin escrúpulos
irresponsable de una baja estima y moral.